¿Cuál es el secreto para crear un producto pata negra? En marketing está casi todo estudiado y casi todo por estudiar. Desde luego debe ser un producto que destaque por encima de la media de su categoría: por su punto de innovación, o por su diseño, o por su calidad, o por todas esas cosas juntas. Es la clave del éxito, y del lujo. El valor diferencial, algo especialmente limitado que despierte cierto deseo en el consumidor.

En el caso de nuestros sobresalientes aceites de oliva virgen extra encontramos un puñado de referencias dignas de destacar muy por encima de la media. Una de ellas es Carrasqueño, especialmente en su etiquetado Great Selection. Oro licuado. Zumo natural obtenido exclusivamente de frutos sanos y seleccionados recogidos con suma delicadeza y oficio en su punto óptimo de maduración.

Las condiciones climatológicas y de suelo de los parajes donde se ubican los olivares de una marca top, en la Sierra Sur de Jaén, hacen posible llevar a la mesa una botella cuyo interior impacta en el paladar de los comensales más exigentes y los más punteros chefs. Un carácter sensorial muy marcado, el frescor de un caldo recién obtenido.

El envasado y la presentación no contribuyen sino a la armonía y la visión de futuro que se atisba en Carrasqueño: la seguridad y la tranquilidad para clientes que saben lo que buscan. En este caso, vivir una experiencia gastronómica al alcance, como marca la tradición popular, de españoles de morro fino.