Opinión

El Concejal de Cuenca del siglo XXI y la corrupción

Hay anécdotas que quedan en la memoria colectiva de un país y se convierten en dichos que no necesitan explicación. Quede por tanto claro para los activistas de las redes sociales, que no me refiero a Cuenca ni a ninguna persona concreta.

En un país donde la corrupción se ha generalizado, un Concejal no ya de Cuenca sino del pueblo más pequeño de Cuenca, puede poner en entredicho el trabajo de miles de militantes y cargos institucionales.

Quien busque un partido con el 100 % de personas honradas es un ingenuo. El abogado con el que hice mi pasantía, Don Antonio de la Riva, nos explicaba cuando empezaron los grandes casos de corrupción de este país en los años noventa, que robar puede ser una tentación apetecible pero normalmente la gente reprime el impulso de apoderarse de lo ajeno, por falta de ocasión o por temor a la cárcel. Robarle a los particulares es complicado y hasta peligroso, porque las propiedades se defienden con violencia. Sin embargo, meter la mano en la Administración, es mucho más fácil porque los caudales públicos están mal vigilados y las fórmulas son sofisticadas.

Es necesario firmar un pacto Anticorrupción por todos los partidos, como propone Ciudadanos. Tolerancia cero contra el corrupto con unas reglas claras, donde no quepa interpretación. Asimismo, los sueldos y el acceso a puestos de trabajos en la Administración Local, tienen que estar regulados a nivel nacional. Y yo iría más allá, es necesario limitar más las competencias de los Ayuntamientos para determinadas materias como Urbanismo, Personal, Contratación, Hacienda, etc., estableciendo más controles. Os sorprendería conocer la limitación de competencias de las administraciones locales, en una democracia con algún que otro siglo de Historia, como la británica.

Los partidos políticos nuevos, deben tener un especial cuidado con sus cargos electos municipales, aunque usen sistemas de Primarias. La vigilancia de la afiliación para los nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos, puede que sea el trabajo más complicado, pero es el más importante. Se requieren líderes (parafraseando a Lorca), blandos con las espigas, tiernos con el rocío pero duros con las espuelas.

A mí no me asusta la corrupción, me asustan los líderes de partidos como Rajoy, que como decía José María García, no ensucian pero tampoco limpian.

@jlmhens

3 febrero, 2016

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