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Love, love, love: ¿eso es amor?

Este fin de semana de San Valentín, ha sido verdaderamente trágico en nuestro país, la violencia de género presenta escalofriantes repuntes, que no distingue de edades ni clases sociales, y que simplemente, ponen el vello de punta.

Todos conocemos a alguien que tiene una relación tormentosa, ese tipo de relación como la del “Perro del Hortelano”, ni contigo ni sin ti. ¿Eso es amor? El amor sano es característico de una relación de igualdad, y horizontalidad, donde la pareja se complementa, se da y se recibe, hay un respeto mutuo porque se tiende hacia un compromiso o proyecto común. Lo contrario es lo que se denomina adicción al otro o al apego afectivo, siendo una “dependencia patológica” muy nociva. Y de la que se derivan conductas compulsivas, irracionales y peligrosas. La visibilidad social es imprescindible, lo que no se ve, de lo que no se habla, no existe, y debemos seguir concienciando y poner la alerta ante determinados signos, a veces ocultos o evidentes.

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Todos los seres humanos necesitamos amar y ser amados, el amor es uno de los motores y motivaciones principales de las personas. Este tema, ocupa un espacio privilegiado en la literatura de todas las culturas, canciones, flores, películas, whatsapp, bombones, versos…

El Amor, cuando está presente en nuestras vidas, provoca sentimientos de plenitud, bienestar y felicidad, refuerza nuestra salud, con numerosos efectos positivos, entre ellos, aumentan los estrógenos, mejorando pelo, piel y uñas. Hace que nos sintamos más seguros y queridos. Tenemos más energía y con ello disminuye el estrés, nos ayuda a mantener un corazón más fuerte y sano. También, hace que enfermemos menos, ya que fortalece nuestro sistema inmunológico. A la inversa, el desamor o ausencia de amor, producen sensación de aislamiento, decaimiento, sentimiento de vacío existencial, impotencia y hasta resentimiento o ira.

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Muchos creen que el amor es una cuestión de suerte, como si fuera un boleto premiado de lotería, sin embargo no es así, ya que, para que una relación funcione y el amor perdure, hay que regarlo cada día, cual delicado jardín, y ello exige tiempo, compromiso, esfuerzo y dedicación.

Obviamente la visión simplista y con fin biológico de la atracción, es el emparejamiento para la supervivencia de la especie, pero esta sabiduría ancestral no es determinante es nuestro comportamiento afectivo, puesto que “el mayor desarrollo de la corteza cerebral humana modifica las conductas instintivas y aumenta la relevancia de los estímulos y condicionamientos sociales”. Y por tanto, el amor es un comportamiento que va mucho más allá de simples impulsos animales. Es un sentimiento mágico, único, que hace girar el mundo.

@BeatrizA2santos

16 febrero, 2016

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