Se vuelve a repetir la misma situación que vivimos en Andalucía tras las elecciones autonómicas. El Partido Socialista y Ciudadanos después de tanto paripé, acaban pactando. El partido de Albert Rivera vuelve a engañar a sus votantes al pactar con el PSOE después de haber afirmado en reiteradas ocasiones, que no iba a dar apoyo ni a Mariano Rajoy ni a Pedro Sánchez.

Los que celebran este pacto de perdedores, ¿no recuerdan las consecuencias de tener un gobierno socialista?

Hagamos un poco de memoria. El PSOE consiguió en solo una legislatura dejar 3,7 millones de parados más, disparar el déficit hasta el 11%, congelar las pensiones…

¿Ésta es la España que quiere Ciudadanos? ¿Volver al pasado socialista que nos llevó al borde de la quiebra?

Ahora que España empezaba a crecer y a crear empleo, retrocedemos y volveremos a las políticas fracasadas de la izquierda.

La política no es una partida de póker, lo que está en juego es el futuro del país. La propuesta de Ciudadanos al PSOE, de hacer una reforma “exprés” de la Constitución es una auténtica locura, ya que tanto hablan de consenso, deberían saber que es imposible llevarla a cabo sin el apoyo del Partido Popular, que ocupa más de un tercio del Congreso y actualmente tiene mayoría absoluta en el Senado.

Decir que gracias al pacto, el PSOE empezará a cambiar, es una mentira como una catedral, y el propio Albert Rivera lo sabe. Solo hay que ver como sigue Andalucía tras el pacto entre las dos fuerzas. El PSOE seguirá en su línea de acabar con todo lo realizado por el PP, desde la reforma laboral hasta la ley educativa.

Los ciudadanos votaron de nuevo al Partido Popular para gobernar España, con 1,7 millones de votos sobre la segunda fuerza. Todo lo que signifique excluir al partido liderado por Mariano Rajoy, será un fraude a la democracia.