La gestación subrogada, también conocida coloquialmente como «vientre de alquiler» término poco acertado, es un método de reproducción, que permite tener un hijo a aquellas personas que no pueden gestarlo de manera natural.

En España, la gestación subrogada no está permitida. En el artículo 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida establece que el contrato por el que se acuerda la gestación a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante, haya o no remuneración, «se considera nulo de pleno derecho».

Sin embargo, la normativa del Registro Civil, permite inscribir a los hijos nacidos en el extranjero mediante la gestación subrogada a nombre de los padres biológicos.

Por este motivo, cientos de españoles recurren cada año a los países en los que está permitida esta técnica de reproducción como en EEUU, México, Rusia, Ucrania, Grecia…

Más de 700 familias españolas recurrieron a la gestación subrogada en 2015 en el extranjero.

Entre los problemas que se encuentran, es el importante desembolso económico que conlleva tener que recurrir a otros países para poder acceder a esta técnica de reproducción. También la inseguridad jurídica e incertidumbre que se encuentran en algunos países.

La pasada semana, el partido Ciudadanos, llevó una propuesta a la Asamblea de Madrid para regular los denominados «vientre de alquiler» y elevar la petición a nivel estatal. Sin embargo, la iniciativa no salió adelante, ya que Podemos y el PSOE votaron en contra, dos diputados populares se ausentaron y otro de ellos votó en contra.

Resulta curioso ver como esa izquierda que tanto se llena la boca de defender los derechos LGTBI, impidan que homosexuales y personas que tienen problemas físicos o de salud que les impiden gestar, puedan tener un hijo biológico.

Asociaciones LGTBI cercanas a la izquierda, tampoco se han pronunciado sobre este asunto, como si únicamente defendiesen posiciones políticas.

Cabe recordar que en el pasado desfile del Orgullo Gay, las entidades organizadoras (Cogam y la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) impidieron al PP sumarse a la cabecera de la comitiva, donde si permitieron desfilar a otros líderes políticos como Pedro Sánchez, Alberto Garzón o Pablo Iglesias.

¿Seguirá la izquierda abanderando los derechos LGTBI después de este despropósito?

@rubenenconexion