Madrid, Opinión

Los «refugiados» de Otegi

Arnaldo Otegi vuelve a la escena. En realidad, nunca ha tenido la más mínima intención de separarse un solo milímetro del plano en el que mejor se desenvuelve: el odio, la maldad, la confrontación enfermiza sobre todos aquellos que no les compren los ideales del rencor y del intento de aniquilación de nuestro país.

En esta ocasión, el decorado y las luces desde donde se paseó la serpiente no era una tribuna menor, ni una de las plazas públicas desde donde acostumbran a vitorearle sus palmeros. El escenario desde el que Otegi volvió a humillar a las víctimas, asesinadas por la no extinta banda criminal ETA, fue ni más, ni menos, que el Parlamento Europeo.

Desde esa tribuna, en la sede del segundo parlamento más importante del mundo, por el número de representantes elegidos democráticamente, Arnaldo Otegi, invitado de la mano de Podemos, el partido que lidera Pablo Iglesias, dijo, bien alto y bien claro: «todos los presos políticos vascos deben salir de prisión y los refugiados deben volver».

Revuelve las tripas escuchar a este personaje que siga denominando de presos «políticos» a quienes fueron condenados por la autoría o como cómplices de cientos de asesinatos de personas inocentes. Resulta totalmente nauseabundo la nueva e infame ocurrencia que ha salido de la boca del también condenado por terrorismo, el ahora «pacificador» Otegi, cuando habla de «refugiados, para referirse a los esos terroristas quienes, para mayor escarnio, aún no han cumplido sus condenas pendientes en España, por haberse escondido bajo los paraguas de las dictaduras que los acogen.

Todo muy paradójico, todo demasiado grueso para poderlo digerir en los estómagos y en las mentes de una sociedad que intenta cerrar filas en torno a una de las instituciones que fueron creadas, precisamente, como mecanismo para legislar a favor de la Democracia y la consolidación del Estado de Derecho.

Es de esperar que, en el Euro Parlamento, se siga legislando y tratando sobre lo más importante, sobre cómo resolver los problemas realmente serios que amenazan a Europa, entre otros, el del terrorismo, esa lacra por la cual y, a consecuencia de ella, existen millones de desplazados en el mundo, solicitando ayuda.

Los desplazados de países como Siria no se pueden equiparar, ni mucho menos, con los llamados «refugiados» por este nuevo pacificador. Entre otras cosas porque, en España, nunca hubo una guerra en ese sentido, sino una banda de terroristas que asesinó, indiscriminadamente, a niños, mujeres y hombres inocentes.

@Lacaciabogado

Abogado y Consultor

30 abril, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *