Madrid, Opinión

Invertir en España es un oficio de valientes

Sólo hay que hojear la prensa internacional para enterarse de que invertir en España se ha convertido en la última y más peligrosa moda del capitalismo internacional.

Los inversores más encoñados, los aventureros del dólar, los jugadores de ventaja y los tahúres del gran dinero, así como algunos árabes legendarios de millones y petróleo, invierten en España, que es ya más cómodo y excitante que largarse a Montecarlo.

Entre los potentados americanos, japoneses y alemanes, hay algunos colgados de las emociones fuertes, como en todo, y esos son los que ponen su dinero a la ruleta loca de los bancos, al advenimiento de los de la coleta y la gafolla de oro de Marbella, muy derrotada ya, pero todavía gentil en las noches de luna y despojo. A nosotros nos congratula que los acaudalados del mundo (unos pocos) escojan España para jugarse unos trillones, porque los de la escuela de Juan Rosell sólo meten euro a euro, como en las tragaperras.

España estuvo de moda por el flamenco, por las Brigadas Internacionales, por Manolete y Lupe Sino, por Hemingway, por el Real Madrid de Zarra, por Manuel Benítez, El Cordobés, por el libro de Hugh Thomas, por el Nobel de Cela, por los bandoleros de grabado, por las Majas desnudas y vestidas, por Julio Iglesias y Rafa Nadal. Ahora está de moda por los problemas judiciales de la infanta, por la sirazón de Otegi en Bruselas y porque nuestros políticos son el hazmerreír del mundo civilizado.

Los millonarios y jugadores enviciados, los de la apuesta dura, necesitan invertir en España porque este país tiene más peligro y más gracia que las ruletas de Las Vegas. En España se puede jugar a casi todo, a las obras públicas, a la mano de obra barata, a los antibióticos, a las construcciones y a los bancos en general, que cualquiera puede ser intervenido al alba, o potenciado, según los resultados del 26 J.

La economía española es ciclotímica y eso es lo que le pone sobresalto y emoción torera a la ruleta nacional. Lo que buscan los aburridos millonarios del mundo, llenos de spleen y cocaína. Antes la emoción de España estaba en los toros o en los goles de la Selección. Ahora está en los resultados de las elecciones generales , que son las que nos pueden pegar el susto.

@marisaarcas

10 mayo, 2016

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