La presentadora del programa de Canal Sur Ana Rodríguez está siendo sometida a un linchamiento en los últimos días que podría tener como consecuencia su destitución fulminante de su puesto en la cadena pública andaluza.

El origen del calvario está en el programa del pasado jueves 2 de junio de “La mañana con Ana”, donde se planteó la pregunta “¿Avalarías a tu hijo?”. Durante la emisión intervinieron libremente no uno sino cuatro miembros de la Plataforma Antidesahucios (PAH), entre ellos un representante de Málaga, Javier Fontalba. En el momento en el que una de las intervinientes (escondiendo previamente sus intenciones) saca un cartel con contenido panfletario y político, Ana Rodríguez lo para, al tratarse de un formato social y de entretenimiento en el que no tienen cabida habitual esos mensajes.

Es a partir de ese instante cuando las redes sociales rugen. Y una de las que lidera la caza de brujas es Teresa Rodríguez, la lideresa de Podemos en Andalucía, que asegura en twitter: “da vergüenza ver esto en la televisión que pagamos todos. Deberían pedir disculpas”. Partidarios de PAH y Podemos, tanto a través de esta plataforma como de twitter no paran de propalar mensajes del tipo “dimisión ya”, “a la calle”, incluidas descalificaciones personales a la presentadora.

Canal Sur termina cediendo y en twitter asegura que “reprueba lo sucedido con una invitada de la PAH en Canal Sur y exige una rectificación urgente de la presentadora”. La propia víctima de esta campaña se pronuncia: “Mis disculpas sinceras y personales a Carmen y a la PAH a quien siempre se le ha dado voz en La Mañana de Ana y yo personalmente en mi trayectoria”. Pero no es suficiente.

Los mensajes en la redes mantienen el tono: “no está bien menospreciar a la gente más vulnerable”, “toda la responsabilidad para la presentadora”, “menos pedir perdón y más dimitir”, “pide trabajo en OK Diario que te lo darán”, “qué asco das”, “una pena que existan periodistas que hagan esto”, “el próximo reportaje lo haces desde la cola del paro”, “primero atropellas y cuando te reprenden pides disculpas”, “en un canal público no basta con eso”, “qué asco dais”, “periodistas vendidos”.

La pregunta a estas horas es si la brutal presión ejercida por partidarios de Podemos y de la PAH terminará cobrándose la cabeza de la presentadora.