Madrid, Opinión

España ante el talón de Aquiles de la productividad

El Informe del Banco de España ha tocado todos los temas candentes que además se están discutiendo en la campaña electoral.

A mi lo que no me gusta del Informe del Banco de España es el lenguaje. Yo creo que hay que ser más directo. Cuando aboga por rebajar las indemnizaciones por despido no lo dice así tan claramente. Dice que hay que revisar eso. Pues hay que decirlo con claridad porque luego no se entiende.

El verdadero objetivo de una medida de ese tipo es rebajar la temporalidad que es el verdadero problema. Acabar de una vez con la dualidad en el mercado de trabajo, porque sobre esa dualidad se monta todo un sistema de baja productividad.

El Informe también hace referencia al problema de la productividad. Que no sólo lo achaca a esto. Lo achaca también – y esto me parece muy interesante porque es la primera vez que veo en un Informe del Banco de España mencionar este asunto- a la mala preparación de los empresarios.

También hay que hablar de su significación política. La Institución que gobierna Linde en Madrid es el Banco Central Europeo, su sucursal en España. No nos olvidemos. Y el Banco Central Europeo es el que está manteniendo todo este tinglado y el que lo va a mantener en el próximo futuro. De suerte que como aviso a navegantes el mensaje es bastante más contundente: o hacen ustedes esto o aténganse a las consecuencias. No hay donde elegir.

Esa idea de que hay políticas económicas diferentes, que un equipo llega al gobierno y dice me pido un poco de keynesianismo, extender el presupuesto por aquí, cortarlo por allá… pues no. En situaciones de crisis –y casi siempre se está en crisis- las habas son contadas y la escasez acucia y por lo tanto no hay otra manera de salir.

Básicamente lo que está diciendo Linde es que el coste unitario del trabajo en España tiene que ser más bajo. Por tanto salarios por unidad producida más baratos. Si aumentas la productividad entonces puedes mejorar los salarios. El problema es mejorar los salarios sin aumentar la productividad. Problema que ha sido perenne en nuestra economía desde los tiempos de Fernando VII.

Y otra forma de aumentar la productividad es aumentando la cantidad de capital con la que el trabajo trabaja. Es decir, aumentando la relación capital-trabajo. La cantidad de máquinas, herramientas o lo que sea.  Y aumentando el capital humano, que es el talón de Aquiles  fundamental que se apunta en el Informe. Es decir, la cantidad de conocimientos que la gente tiene, la preparación. No solamente la cantidad de conocimientos en el sentido técnico o mecánico, sino la habilidad para trabajar en equipo, la aceptación de directrices… ese conglomerado de cosas que hacen que un equipo trabaje en una empresa.  Todo eso aumenta la productividad. Como no aumentemos la productividad vamos mal.

Y nota a pie de página: la productividad aumenta por causa del capital humano, pero también por causa del capital físico. En un contexto de altísima deuda si las tasas de interés empiezan a subir, la posibilidad de aumentar capital físico ( la formación bruta de capital), o sea la inversión se ve comprometida.

Por lo tanto para escapar definitivamente de la trampa en la que estamos necesitamos eliminar el déficit y la deuda. El servicio de la deuda se lleva tanto como el coste de los Ministerios.

Resumiendo: utilicemos una expresión que introdujo Krugman (aunque no sea mi economista de cabecera) en un estudio que hizo sobre los tigres asiáticos. De repente introduce una nota sobre la Unión Soviética y dice: “La Unión Soviética. Crecimiento por transpiración, no por inspiración”.  Tenemos que crecer por inspiración y no por transpiración, que es el modelo que hemos tenido desde los años 90 a la crisis.  Hay que transitar a un modelo de inspiración donde la tecnología, la mejora de la productividad en definitiva sea base fundamental del crecimiento.

@lodares

 Economista

13 junio, 2016

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