Cuando con frecuencia se habla en España del cambio de modelo productivo se tiende a olvidar -o al menos ladear- algunas de las bases y de los pilares básicos de nuestra economía. Uno de ellos es, por tradición y méritos, el de la industria agroalimentaria y, particularmente, el de las conservas vegetales.

Su capacidad para generar riqueza es difícilmente ponderable en términos exactos, matemáticos. Cifras de negocio de decenas de miles de millones de euros, miles de pequeñas y medianas empresas concentradas principalmente en las comunidades mediterráneas, una muy alta ocupación en términos de creación de empleos a pesar del necesario proceso de robotización impulsado incesantemente en los últimos años…

Son precisamente los emprendedores conserveros los que propician los incrementos de producción anuales continuados, y el buen comportamiento de las exportaciones, ya que la vocación cuando se dispone de la mejor materia prima no puede ser sino la de colocarla en todos aquellos sitios del mundo a los que la logística alcance.

Una de esas marcas que se han consolidado y que brillan con luz propia es “Productos Mata”. Las claves de su éxito, de forma transparente, están a la vista del consumidor. Una gama y una oferta gastronómica en la que reina el tomate, el espárrago y las habitas baby, que lleva la vitola de la tradición, del tratamiento y el procesamiento mínimo, el requerido por las auténticas joyas que -en su momento de esplendor- se extraen de la tierra.

Pero hay más. Y es ese otro plano, menos visible, en el que se sitúan aquellos valores de gestión que permanecen con el paso de las décadas en un proyecto de profundísima inspiración familiar: la solidez, la solvencia, el saneamiento económico, la innovación tecnológica, la ética empresarial… los pasos firmes y seguros para crecer sin prisa pero sin pausa.

En ocasiones las teclas para perpetuar una idea que triunfa generación tras generación están en fríos manuales de management y marketing. En otras reside en el sentido común, en la profesionalidad, y en el magnífico conocimiento del campo español y su gente como bases para la prosperidad de un negocio.