Madrid, Opinión

Subida del impuesto de sociedades: la trampa técnica

El texto de alegaciones que ha presentado el gobierno a la Comisión Europea para que no nos multen contiene un ahorro de 1500 millones de euros en el pago de intereses de la deuda, otros 1000 millones adicionales en la lucha contra el fraude fiscal, adelantar la orden del cierre contable de los ministerios al mes de julio en lugar de noviembre para que de esta forma cualquier gasto que no sea imprescindible no pueda ejecutarse.

Pero la medida estrella es sin duda ese cambio que se apunta en el impuesto de sociedades con el objetivo de recaudar unos 6000 millones de euros más.  El ministro de economía en funciones (Luis de Guindos) se ha comprometido a establecer una subida del tipo mínimo en los pagos a cuenta. El umbral de facturación incluirá a las grandes empresas. De esta forma el gobierno viene a recuperar más o menos los pagos fraccionados que ya puso en marcha entre 2012 y 2015.

Básicamente esto supone que el sector privado adelanta liquidez al Estado. Anticipa un dinero al trimestre y luego cuando ajusten cuentas anuales con Hacienda se les devuelve lo que hayan abonado de más. Aunque si la medida se prolonga en el tiempo la subida del impuesto no se revierte en ningún momento. Lo cierto es que el gobierno ya contemplaba volver a esta idea en el plan de estabilidad que se envió a Bruselas en abril, porque desde que se quitó en enero la recaudación de sociedades se vino literalmente abajo.

Esto –hay que tenerlo claro- va a ser una subida de impuestos. Por mucho que algunos digan que no, lo acabará siendo. No se puede a cuenta recoger dinero y luego cuando se liquide el impuesto devolverlo. Es una subida de tipos impositivos en el impuesto de sociedades. Eso sí, probablemente es algo que tendrá que hacer un gobierno que no esté en funciones. Por tanto para ello deberíamos tener un gobierno que sacara adelante unos Presupuestos y en los mismos debería estar en este caso un aumento del impuesto de sociedades. En vez de subir el IVA, que probablemente sería más razonable.

Habrá empresarios que tengan un 40% del capital y que tengan un capital importante. Pero mucha gente tiene su dinero en acciones. O tiene su patrimonio en un fondo de inversión que probablemente al no tener dividendo si no hay beneficio y el mismo se grava más hay menos dividendo y por tanto, por ejemplo, los fondos de pensiones van a sufrir. La Bolsa caerá, porque en definitiva cuando uno compra una acción compra también la expectativa de recuperar parte de lo que ha comprado. Toda subida en el impuesto de sociedades afecta a los trabajadores. Que no se crea la gente que afecta solo a las empresas. Los estudios que hay pueden diferir en el porcentaje de cómo se traslada eso a las futuras probables subidas de salarios que podrían tener los trabajadores que no van a tener. Que pueden ser en unos casos del 45-50% y en otros el 75% se traslada. Es decir, los trabajadores también pagan por eso. Esto de fastidiar a las empresas quedará muy bien políticamente y encima quedará mucho mejor si dices que es a las empresas grandes, porque en este país más del 90% son pequeñas empresas. Es verdad que en estos momentos en los que se quiere pactar, esta medida molesta menos al PSOE o a Ciudadanos. Pero esto no arregla el déficit. Para eso hay que reducir el gasto.

De hecho Rajoy ha dicho que tiene que hacer esto porque si no tiene que tocar el gasto y ahí es donde hay que ir. De nuevo estamos en la línea de salida de diciembre de 2011. Cuando le pasó lo mismo. No parece que se haya aprendido. Los gastos hay que bajarlos y además hay que empezar a entrar partida por partida, rincón por rincón, despacho por despacho en cada parte de la Administración y ver qué cosas sobran. Y si lo que supone es que tengo que echar a amiguetes que los tenía colocados allí en Diputaciones, Ayuntamientos, Autonomías o en el Estado (me da igual) hay que empezar. Y después si hay que tocar o mirar como variamos algunas de las grandes partidas  -pensiones, sanidad, educación- entonces nos metemos a hacer reformas. Pero de nuevo estamos en el mismo problema. Sí hay otra manera de hacer las cosas y sí hay otra manera de cumplir con Bruselas: reducir el gasto.

Es cierto que todo se fía al crecimiento económico y es por lo que debemos abogar. Es el crecimiento el que tiene que sacar a este país del déficit público. Hacen falta reformas estructurales en la justicia, hace falta dar más seguridad a la inversión extranjera, hacen falta reformas en sanidad… estamos ante una situación muy nueva. Tendremos que aumentar sin duda los ingresos fiscales si queremos mantener el gasto o la otra opción como digo es reducir los gastos públicos.

Los datos publicados recientemente por el INE son de incertidumbre. Se han creado menos empresas en mayo que en abril. 7,4% menos de empresas. Y el indicador de confianza del tercer trimestre (que ya se ha pasado) el balance de expectativas es negativo, cuando era positivo en el segundo trimestre. Hay cierta incertidumbre y aunque la economía sigue tirando por la inercia, convendría que cuanto antes tuviéramos gobierno.

Por tanto el gobierno en funciones está en una encrucijada porque lo cierto es que  tiene el déficit desbocado y quiere evitar la multa. La multa es lo peor. Es casi mejor que de momento te retengan los fondos estructurales hasta ver si cumples y te los devuelvan. Eso no es una pérdida, eso sí es de verdad un aplazamiento.

Pero tal vez lo que tendrían que pensar es por qué le ha ido tan bien a Irlanda. Por qué Irlanda ha salido tan rápido de la crisis. Es verdad que puso solución a su problema del sector financiero con mucha más celeridad que nosotros. Pero lo cierto es que Irlanda tiene un impuesto de sociedades del 12,5% y ahí radica el éxito y la velocidad de crucero que lleva la economía irlandesa. Y mientras que estamos viendo qué pasa con las empresas británicas que con el Brexit están buscando donde instalarse, pues resulta que nosotros lo que hacemos es una especie de trampa técnica como para patear el problema hacia delante con un gran riesgo de que eso acabe transformándose en una subida real del impuesto de sociedades en un momento en el que todos están diciendo que van a bajar el impuesto de sociedades. Y todo esto como digo sin tocar el gasto porque de eso nadie habla y me temo que no se hablará en los próximos tiempos electorales… así nos irá.

@lodares

Economista

16 julio, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *