Madrid, Opinión

Polémica en los JJOO: «soy judoka, soy ejemplo»

Estos días atrás, una de las imágenes más polémicas y más comentadas de los Juegos Olímpicos que se están celebrando en Río de Janeiro, ha sido la de los judokas israelí y egipcio, y como el egipcio le negaba el saludo de respeto y cortesía al terminar el combate.

Como digo en el título del artículo, soy judoka desde hace 20 años y algo de experiencia tengo en competiciones, por lo que me veo muy capacitado como para hablar de este suceso; lo del egipcio es más que una falta de respeto, es una ofensa a toda la cultura que rodea y debe acompañar al deporte.

Debemos empezar por decir que el espíritu olímpico no es esto, el espíritu olímpico va más allá de las creencias religiosas, políticas o personales. Es un triunfo del mundo el enfrentar deportivamente a cualquier nación indistintamente de su tamaño, población o capacidad económica para demostrar que se puede ser el mejor en alguna disciplina deportiva, porque el deporte nos hace iguales a todos. Los valores que enseña el deporte y el entrenamiento para llegar a ser olímpico no albergan estos desplantes.

Mal asunto es ver que estos gestos tan poco éticos llegan al deporte, última frontera de la unión y la cordialidad entre naciones. Y es un problema que esto llegue al deporte porque significa que nuestra sociedad está sufriendo un problema de radicalismo y de intolerancia hacia las personas, donde unos se tratan de imponer sobre otros, donde unos tratan de aplastar socialmente a otros, lo que me recuerda a épocas pasadas y eso es muy triste. El deporte no se puede ver ni manchado ni afectado por lo que unas personas radicales tratan de infundir en la sociedad de un país.

El Comité Olímpico Internacional, en su Carta Olímpica, vigente desde el 1 de septiembre de 2004, marca el siguiente texto como quinto Principio Fundamental del Olimpismo:

Cualquier forma de discriminación contra un país o una persona basada en consideraciones de raza, religión, política, sexo o de otro tipo es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico.

Yo pido que las autoridades egipcias deportivas sancionen firmemente al judoka y den una muestra de honestidad al mundo del deporte y contribuyan al espíritu olímpico de unión, solidaridad, y respeto de todos para con todos, o que sea el mismo COI quien tome cartas en el asunto.

No sólo vale con redactar los Principios Fundamentales del Olimpismo, también, hay que hacerlos cumplir.

14 agosto, 2016

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