En esta Escuela del buen vestir siempre os hablamos sobre que podemos daros como marca, pero nunca que podemos daros en un punto físico de nuestra cadena de tiendas. Siempre os damos consejos, y para esto está este blog, sobre como irías mejor vestidos y que tipo de ropa o colores os sentaría mejor en función de tu estatura o morfología, por ejemplo.
Hoy os vamos a dar pautas como nuestro excelente equipo de vendedoras profesionales os puede aconsejar y asesorar para unas prendas buenas parezca aún mejor de lo que son.
De todos los factores que intervienen a la hora de vender una prenda es encontrar el fit perfecto para cada cliente. Es lo que hará la diferencia entre un aspecto ideal y otro descuidado. Un buen vendedor debe ser capaz de ofrecerte los patrones que mejor te encajen. Y lo que no encaje a la perfección debe tomar medidas con metro y alfileres para que un buen sastre termine de ajustar las prendas como si estuvieran hechas a medida. Lo primero es elegir unos pantalones que se ajusten bien a la cintura. Del bajo se encargará el vendedor. Siempre hay que probarlos con el calzado que vayamos a usar. Es frecuente ver a clientes en deportivas comprando un traje. Un buen vendedor debe sustituirlas por unos zapatos para que el cliente se pueda ver frente al espejo.
Hay quien prefiere, y cada vez más, los pantalones pitillo. Estrechar las perneras de un pantalón es una manera fácil de asegurar que los pantalones se ajusten a los muslos y pantorrillas. El truco es ir cogiendo alfileres desde la entrepierna hasta el bajo para crear costuras más Slim-fit, eliminando el exceso de tela.
A la chaqueta de un traje se le puede hacer ajustes para personalizar, sobre todo, la altura de hombros y cadera.
El aspecto de una camisa puede cambiar si prestamos atención a detalles importantes. Por ejemplo, no comprarla con bolsillos si es para usar corbata, elegir la mejor opción de cuello o si lleva contraste en interior de cuello y puño.
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