Madrid, Opinión

El Madrid de Carmena y Podemos, dejado de la mano de Dios

El que escribe estas líneas fue jefe de la Policía Municipal de Madrid, en tiempos del bendito alcalde que fue Álvarez del Manzano. Y ahora ve cómo en las manos de esta medio siniestra «Blancarmena» y sus «siete podemitas», tan inútiles, demagogos e ignorantes como ella ha caído la capital.

Nunca, en mis muchos años de vida, había estado Madrid tan sucio y tan indefenso. Jamás hubo, y se mantuvo porque nadie lo limpia ni retira, tan enorme «alfombra» de hojas caídas, convertidas con las lluvias en peligrosísima pista de patinaje, con riesgo evidente para las personas que por encima han de transitar, sobre todo los mayores y  ancianos. Si no fuera por los porteros y conserjes de las casas, que algo limpian y retiran delante de sus portales, hace tiempo que no se podría salir ni a la calle.

Aceras y alcorques se han convertido en depósitos de mierda, sobre todo colillas, increíbles montones de colillas. ¿Si los propietarios de animales de compañía vienen obligados, y la mayoría lo hacen, a recoger sus excrementos, por qué no se exige lo mismo con las colillas a los propietarios de bares, «pubs», «karaokes» y demás? Y no se molesten en llamar al 010 y denunciar este o aquel pleno de porquería. Le dirán que toman nota, incluso le darán un numero con su protesta, y NUNCA VENDRÁ NADIE.

Llame y llame al mencionado 010, que hasta hace bien poco era un modelo de eficacia, y ahora solo le contestarán que «todos nuestros agentes están ocupados». ¿Verdad? ¡Para nada! Es que cada día hay menos, y, de paso, cada vez se reciben menos quejas y consultas. ¡Y que agentes, muchos, los del 010, tan inútiles como su Alcaldesa e ignorantes de lo más elemental, cuando no se lo dice el maldito ordenador, que muchas veces no saben ni manejar! ¿Pueden ustedes creer que, al peguntar yo por un teléfono del Museo del Prado, me respondió la funcionaria: «¿de qué localidad?”.

Si consigue usted salir con vida de la posibilidad de ser arrollado  por un bicicletero, en uno de esos increíbles corredores situados en las aceras, no  se nos ocurra hablar de seguridad domiciliaria y eficacia policial municipal, empeorada notabilísimamente  por tanto refugiado e inmigrante. Antes existía el perfil  del delincuente denominado «espadista», al que su compañera, la «santera», daba el «santo» del contenido y costumbres del  domicilio donde ¿servía?, facilitando así el desvalijamiento y el momento de hacerlo. Bueno, pues víctima yo de uno de esos innumerables robos domiciliarios, me informó la, por otra parte inútil Policía Nacional, que ya no son «espadistas» y «santeras» aislados, sino bandas enteras, con cientos de ellos y ellas, habitualmente rumanos, los que se dedican al robo organizado, sin necesidad de forzar puertas ni nada por el estilo.

Pero parece que todo se arregla con la «cochofobia» para combatir la estúpida exageración de la contaminación del aire, jorobando a coches y conductores, con medidas cada vez más restrictivas, en mentiroso beneficio de turistas y peatones que para nada participan de la «cochofobia» municipal. Eso sí, los pocos coches que van quedando son perseguidos hasta la exageración también por la «Gestapo del estacionamiento regulado», sacando el dinero al ciudadano por las menores infracciones y mayores tonterías por los/las agentes a pie, los cochecitos de la fotografía a traición y sin avisar y los nuevos motoristas de «multa móvil» y continua.

Repugnante gestión la de este inútil y demagogo Ayuntamiento, el del «welcome, refugiados», que no debe preocuparse de la contaminación del aire porque antes nos matarán las epidemias producidas por la suciedad del suelo.

¡Ah, y no sueñen con ver jamás un agente de policía municipal, de los llamados de proximidad, a pie, al que recurrir en caso de apuro cercano. Todos en cochecito, gastando gasolina sin parar, y solo atentos a multar y multar. Un verdadero asco de Municipio.

 

12 diciembre, 2016

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