LifeStyle

Un espacio único donde conviven el deporte de elite y el relax tropical

                ¿Qué tienen en común el belga Bart Aernouts, el francés Romain Guillaume, la británica Emma Pallant, el suizo Ronnie Schildknecht, el británico Andy Lewis o los españoles Víctor del Corral, Iván Raña, Víctor González y Andrea López? Todos son deportistas de élite. Todos son triatletas o duatletas. Todos han sido laureados con títulos al alcance de pocos: nacionales y europeos. Todos comparten la pasión por una isla: Lanzarote.

Pero hay más. Todos tienen una noción más o menos intensa, una experiencia más o menos viva de lo que significa ‘Sands Beach Resort’. Lejos de la multitud, entre la paz y la belleza y la tranquilidad de las Canarias, este complejo de envidiable ubicación y vistas suma y sigue. Con su propia laguna, perfectamente integrado en el entorno, se ha instituido por méritos propios en uno de los centros de alto rendimiento más peculiares de todo el continente. Y así, no sorprende que sea cada semana, cada temporada, un imán para quienes persiguen superarse, un espacio de inspiración, un lugar donde medir su sacrificio encima de la bicicleta, en el agua, sobre el asfalto… de una manera única.

Ya no es casualidad (al contrario, es pura cotidianeidad) encontrar a supercampeones de decenas de nacionalidades volcar sobre las redes sociales las emociones que experimentan tras pasar por SBR con fotografías deslumbrantes. Es verdad que hay una cierta magia, una sensación de privacidad, un espíritu de retiro… todo lo necesario, en el caso del turismo que busca el relax y el simple bienestar, para una desconexión total. Pero en un ámbito paralelo (‘Sands Beach Active’) también tiene todas las herramientas para crecer como deportista: por las distintas áreas de entrenamiento, por los tratamientos especializados para cargar de energía los músculos y poner a prueba el cuerpo con el asesoramiento de los más cualificados expertos.

El agua, la sal, la tierra, el sol… son los elementos con y contra los que se miden atletas que llegan al hotel durante todo el año… para rodearse de playas transparentes, de impresionantes paisajes volcánicos, de un microclima tropical rotundamente original y envolvente.

“Hemos crecido y vamos a seguir haciéndolo. Ésa es nuestra tendencia y nuestra voluntad. Lanzarote es mi casa. Llevo 14 años en la isla. Mi equipo lo está dando todo, y está muy orgulloso de la marca que entre todos hemos creado, luchando hombro con hombro”, comenta con cierta emoción Juan Carlos Albuixech. Es el CEO que ha levantado y ha puesto en el podio de las Canarias a un complejo cuyas claves para su éxito resume mientras mira con serenidad a su ya emblemática isla privada: “ilusión, exigencia… trabajo, trabajo y trabajo”.

Alejandro Entrambasaguas

16 junio, 2017

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