Opinión

Uber, luchando y resistiendo frente a los elementos

Uber ha perdido su licencia en Londres. El regulador dice que no cumple las medidas de seguridad necesarias, critica los controles que hace a sus conductores y su actitud relajada ante denuncias de delitos graves. La decisión afecta a unos 40.000 conductores. La aplicación cuenta con 3.500.000 usuarios en la capital británica. Uber ya ha anunciado recurso.

La teoría económica dice sobre la libertad de mercado y la falta de seguridad, que es una de las cosas más frágiles, que puede colapsar incluso en sitios como Gran Bretaña en cuanto se mire a otro lado. Esto de Uber suena a que alguien le está haciendo la cama a alguien en Londres.

Igual resulta que es verdad, que son unos imprudentes y todo lo que queramos, pero todo suena a excusas para que los cabbies de Londres no tengan competencia. Si hay algo que es un estamento cerrado en el mundo es el taxi de Londres. Ser taxista en Londres es más difícil que ser notario en España. Tienen hasta un modelo propio y poseen una cosa que ellos llaman “TheKnowledge” (el conocimiento) que es un temario como hacer unas oposiciones.

Les están quitando la alfombra debajo de los pies ¡Uber tiene 40.000 conductores en Londres! Suena a una restricción de la libertad de elección hacia 3.500.000 usuarios, que son los que tiene Uber allí. Y una restricción para la gente que se quiera ganar la vida ofreciendo servicios de transporte público en la ciudad, que no es algo que atente contra la integridad de nadie.

Yo no digo que no haya empresarios que se quieran saltar normas y leyes, los hay. Pero para eso están las autoridades, se les pone una multa y ya está. Pero esto de querer aplicar la ley torticeramente y además anular una empresa resulta sospechoso. Si fueran contra algún conductor aún se podría entender, pero resulta que son todos. A mí me suena a un uso torticero y violento de la ley.  A veces las leyes son usadas de forma torticera para conseguir objetivos espurios y para conseguir cosas que lo que esconden es que hay lobbies por detrás presionando.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares

30 septiembre, 2017

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