Opinión

El empleo del futuro: ¿estamos preparados?

 

El finalizado 2017 acabó con el buen regalo de las cifras de empleo. Lo que no sabemos es cómo serán los puestos de trabajo del futuro, habrá que adaptarse a los cambios. Hay que abrazar el cambio. Son proyectos individuales que tienen que abordarse desde la más tierna infancia. Es decir, la formación de capital humano es un proyecto que se tiene que dar desde el mismo inicio de la educación. Y no necesariamente basado únicamente en aprender a programar computadoras y todo ese tipo de cosas. Me refiero a: aprender flexibilidad, aprender lenguas, aprender a trabajar en equipo…  si eso no forma parte de las preferencias individuales de cada generación, lo vamos a tener muy mal porque la gente va a tener que tener una capacidad de adaptación y de hacer quiebros a media carrera, que va a ser bonito verlo.

La verdad es que una de las cosas que vamos a tener que adaptar es esta idea de las formas de trabajo -no ya no en los nuevos trabajos- a 8 horas,  los contratos que no sean por tiempos, dónde se trabaja… todo esto va a requerir unos cambios para los que sindicatos y patronales no están preparados. Van a tener que prepararse. Ante un cambio uno lo niega o lo abraza. Yo creo que al final lo abraza porque como lo nieguen lo van a pasar tan mal que acabarán por abrazarlo.

Ya en los Siglos XVII-XVIII  cuando  se produjeron cambios tecnológicos importantes que siempre se enseñan en el Bachiller y en las Universidades, ya entonces hubo cierto rechazo a los cambios, rechazo a las máquinas, movimientos en contra de eso. Es absurdo. Además con los mismos argumentos que estamos viendo que se están produciendo en los últimos meses. He visto en la prensa muchas discusiones y artículos sobre si los robots van a destruir empleo. No. La evolución de la humanidad en los últimos 15000 años es una evolución a que cada vez nuestro tiempo, nuestro esfuerzo para lograr abastecer nuestras necesidades son crecientes y cada vez mayores y se satisfacen. El tiempo para abastecer eso, es cada vez menos. El esfuerzo que tiene que realizar la persona es menor. Pensemos en las tribus más ancestrales: dedicaban prácticamente las 24 horas del día solamente para encontrar algo de comer. Hoy en día eso está más que resuelto.

Hay gente que perderá.  Y en el corto plazo es verdad que desaparecerán actividades.  Eso lo trataron perfectamente David Ricardo y John Stuart Mill. Ricardo se equivocó al principio, pero en la tercera edición de sus Principios rectificó. Se dio cuenta y puso encima de la mesa que efectivamente el cambio técnico a medio plazo crea empleo. Al principio hay un desplazamiento, pero luego crea empleo. Lo que siempre admitió Ricardo es que a corto plazo es posible que hubiera alguien que lo pasara mal. Y lo que es verdad (decían ellos) es que en ese corto plazo la gente puede sufrir más o menos. Pero en unas sociedades tan desarrolladas como las actuales si utilizamos una mentalidad y unas formas muchísimo más flexibles, seguro que esas penalidades que hay que pasar, son cada vez menores y por menos tiempo. Lo que pasa es que yo creo que nos resistimos. Forma parte de la naturaleza humana la búsqueda de la comodidad, la búsqueda de conseguir nuestros objetivos con los menores esfuerzos y costes posibles. Y si nos los consiguen o nos los regalan, muchísimo mejor.

Pero hay que decir que hay muchísima gente joven en nuestro país que van a necesitar una formación, una actualización de su formación, un incremento en el capital humano y físico tremendo. Es una lástima, pero hay gente que no está preparada. Ahí hay una bolsa de paro  y de parados que como no transformen a la edad que sea esa mentalidad, va a ser difícil que tengan un buen resultado. Así que habrá que moverse y mucho.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares

20 enero, 2018

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