Finalmente ha habido acuerdo de Presupuestos con Ciudadanos. Ha sido posible después de que el Ejecutivo ceda a ciertas exigencias del partido naranja. Básicamente la marcha al Grupo Mixto de la senadora Pilar Barreiro (imputada por la Púnica), recorte fiscal para las rentas de hasta 18000 euros al final o el complemento salarial para jóvenes. Eso sí, ya veremos si el acuerdo entre el Ejecutivo y Ciudadanos acaba con una aprobación de los Presupuestos o no. El PSOE (que haría unos Presupuestos muy parecidos) no quiere ni oír hablar de apoyarlos tras haber tenido que posicionarse con el gobierno en el tema del 155. Y el PNV también está a la espera debido al tema catalán.

El gobierno está en una situación de debilidad y efectivamente Ciudadanos aprovecha esa situación. Lo malo, es que la aprovecha mal. Lo que uno esperaría de un partido que se define como reformista ( aunque es cierto que es extraño no encontrar un término con el que Ciudadanos no se haya definido en alguna ocasión) por ejemplo con relación a las pensiones: no que suban el 2, el 1 o el X%, que también. Pero lo que uno esperaría es que se reforme el sistema y que vayamos a modificarlo para asegurar su equilibrio financiero a largo plazo. Pero eso sí, suben las pensiones de unos cuantos ( siete millones de personas. No está mal para captar votos) y luego la viabilidad a largo plazo del sistema de pensiones pues se olvida.

Dicen ahora también en Ciudadanos: vamos a bajarle a unos cuantos millones el Impuesto sobre la Renta. Pero el problema es que tenemos un mal Impuesto sobre la Renta que es necesario reformularlo completamente. Lo que uno esperaría de un partido que se define como reformista es que trabajara en ese sentido, no que hiciera las mismas chapuzas que Montoro. Montoro es un maestro de la utilización del Presupuesto con fines electorales y al final el que se pondrá la medalla será Montoro.

Además tenemos que unir a todo esto que el Banco de España ha publicado los datos globales del año pasado. Uno de los titulares que sale es que el gobierno cumplió el déficit, pero no ha tenido tanta suerte con la deuda pública a pesar de lo que se había anunciado. El pasivo aumentó en otros 37000 millones de euros, ha batido un nuevo máximo histórico y aunque en relación al PIB gracias al mayor crecimiento de la economía el agujero baja situándose al 98,3% del PIB, no se ha logrado por poco el compromiso con Bruselas. La Administración Central acumula la mayor parte del agujero, se ha disparado el de la Seguridad Social por el crédito que hubo que pedir para financiar las pagas extra de las pensiones.  Por Comunidades Autónomas todas elevan sus cifras: Cataluña repite como la más endeuda en términos absolutos. En porcentaje la palma se la sigue llevando Valencia. Los Ayuntamientos son los únicos que no han aumentado números rojos.

Me da la sensación que las próximas citas electorales que nos van a tocar vivir no daban ahora otra opción que presentar estos Presupuestos, aunque no sean los mejores para la economía española. No afrontan los problemas reales que la economía tiene, simplemente pone parches de gasto, que es lo que la izquierda siempre ha pedido. No afrontar los problemas de fondo y simplemente gastar más, sin importar de donde se saca. El problema es que al final sí que termina importando.

La deuda pública en los niveles en los que se mueve en la actualidad con independencia del porcentaje sobre el PIB (que nos despista más que dar información) es un enorme lastre para la economía española. E indica además otra cosa: en los cinco años que cumpliremos en el 2018 de un crecimiento económico  con una tasa media de casi el 3% (que no es moco de pavo y es muy difícil encontrar un tiempo histórico en el que haya habido un quinquenio tan importante de crecimiento) se ha desaprovechado el momento y no se han puesto en orden las cuentas públicas, no se ha puesto en orden el gasto,  no se ha puesto en orden el déficit y por tanto la deuda ha seguido creciendo. Todos crecen. Además en la Administración Central el porcentaje de crecimiento con respecto al año pasado es un 4,2%, muy similar al de las Comunidades Autónomas. Los únicos que disminuyen un 10,2% son los Ayuntamientos. Ese comportamiento de los Ayuntamientos es el que se debería de exigir en toda la Administración Pública.

El PP perdió una gran oportunidad cuando tuvo mayoría absoluta. Ahora está en minoría y depende de Ciudadanos, del PSOE y de otros grupos que le exigen más gasto. Sin más gasto la opción de que hubiera Presupuestos sería inexistente. Siempre se podrían prorrogar, que en mi opinión no sería ni mucho menos una barbaridad. O haber hecho unos Presupuestos mucho más restrictivos, en cuyo caso como digo la opción de ser aprobados es igual a cero.

Conclusiones: políticamente al gobierno no le quedaba más remedio que hacer estos Presupuestos. En todo caso, yo soy optimista y creo que el 2,7% del cuadro macroeconómico en el que se basan estos Presupuestos, se va a quedar corto. En consecuencia el Señor Montoro va a decir que él tenía razón. Pero como digo se perdió una oportunidad cuando se pudo. Parece no preocupar el gasto, no preocupar que haya gente que coma y beba del Presupuesto y no hay preocupación (como se debería) de ir mirando partida por partida desde las Administraciones más pequeñitas hasta las más grandes y estudiar de verdad los recortes ciertos que se podrían dar.

Y sobre el PSOE, que hubiera firmado unos Presupuestos muy parecidos si estuviera en el gobierno, hay que decir que siguen económicamente perdidos. Pedro Sánchez salió inmediatamente con un argumento “genial” (entiéndase la ironía) que es este de que los Presupuestos aumentan la precariedad y la desigualdad. Y claro, resulta que acaba de publicarse hace poco la encuesta de condiciones de vida, que demuestra que lo que ha hecho la desigualdad y la precariedad es disminuir. Pedro Sánchez no se entera de que va el asunto y no enterándose, acabará perdiendo todas las elecciones.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares