No es cinismo, ni pasotismo, ni nada que se le parezca. ES CORRUPCIÓN. MORAL.
Retrata lo peor de la raza humana. VILEZA.
Pablo Iglesias, el hombre que reconoce ser contratado por “un Estado asesino” (sic), el de los ayatolás iraníes -el que persigue y ahorca a homosexuales- baila la conga en el Fiesta del Orgullo Gay.
¿Algún problema? ¿Ya lo hemos olvidado?
¿También ahora que el futuro gobierno de España está en sus manos?
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