Hamburguesa de atún rojo con wasabi y sésamo, ajo blanco de remolacha y esfera de guisantes; lomo de bacalao confitado en aceite de trufa, jugo de pimientos morrones y pilpil de callos de bacalao; lomito de cordero lechal al horno relleno de mollejas, trufa y frutos secos, panaderas de manzana y avellanas de patata…

Podría serlo, pero no. No es la carta de un dos estrellas Michelín. Son simplemente algunos de los platos que conforman el menú elaborado por los alumnos de la Escuela de Hostelería y Turismo Simone Ortega. Sobresalientes. Creativos. Complejos. Visualmente impactantes.

 Probablemente Madrid tenga la mejor FP de España. Por el impulso que le han dado anteriores gobiernos y por el actual de Cristina Cifuentes. El de Móstoles es un centro integrado, público, en el que se imparten ciclos formativos de grado medio y superior. Es un hervidero de talento. Se puede ver a jóvenes adquiriendo todas las capacitaciones necesarias para el desempeño cualificado de los distintos perfiles profesionales que demanda el sector.

La Directora General de FP, Guadalupe Bragado está poniendo todos los recursos necesarios (siempre tan limitados) para que los estudiantes de hoy lo tengan más asequible (ahí es nada) al convertirse en los trabajadores de mañana. Cocineros, jefes de sala, el oficio de barista…

El Simone Ortega, dirigido desde hace años por Jesús Díaz Raboso, es uno de esos sitios en los que se palpa que cuando se pone cariño y se aplica disciplina en la elaboración de los planes de estudio, y cuando hay rigor y una cierta flexibilidad en su ejecución, las cosas salen. Es lo mejor para los jóvenes. Y para la sociedad. Es el camino.