¿Se ganan títulos gracias al poder mental o lo que distingue a los deportistas de élite, es su constancia y perseverancia? ¿Qué hay en la mente de un Campeón?

E aquí, el eterno debate entre natura vs nurtura, innato vs adquirido, ¿genética o aprendizaje? Los humanos somos “bichos raros”, digamos que una especie “distinta” en la cadena evolutiva, nuestro cerebro ha evolucionado para hacernos menos dependientes de nuestras virtudes físicas y sumando mayor importancia a nuestra inteligencia y decisiones, ofreciéndonos, por tanto, una mayor capacidad de percibir los movimientos del rival, que el resto de especies.

En el ámbito deportivo, las investigaciones revelan que el aspecto psicológico puede marcar la diferencia a la hora de conseguir las metas propuestas. La visión, autoconfianza, esfuerzo, superación personal y por su puesto resistencia a la frustración o “resiliencia”, son ingredientes claves para lograr la receta del éxito deportivo.

El luchador irlandés de UFC, Conor McGregor, reúne este pupurrí de componentes mentales, que le ha llevado a visualizar una meta y luchar literalmente por conseguirla. Con una historia de superación personal a sus espaldas, realmente “tipos como él, están hechos de otra pasta”.

Un aspecto común en la mayoría de los deportistas investigados, es destacar factores que marcaron la diferencia como “creer en sí mismos, en su preparación, capacidad y el apoyo recibido por su familia, o pareja”, es decir, que otras personas también hayan puesto su confianza en ese posible éxito.

A McGregor, le bastaron 13 segundos para dejar KO a José Aldo en su último combate, encabezando uno de los eventos televisivos más rentables del pasado año 2015. Entrando así, por la puerta grande en la historia del UFC y ganándose el respeto de los amantes de las artes marciales. Aunque a muchos nos os atraigan los deportes de contacto, debemos admirar la fortaleza mental de este tipo de deportistas.

Lo que está claro es que todos necesitamos una motivación personal, algo que nos mueva y nos lleve a superarnos. Pues debemos plantearnos que el progreso sí es innato al ser humano, tú sólo tienes que encontrar tu propio botón de <Click>.

@BeatrizA2santos