Madrid, Opinión

La losa de la deuda

Las cifras de deuda que hemos conocido como todo tienen su trampa. Esa caída en el ratio o la proporción de la deuda respecto al PIB se debe en muy pequeña medida (no digo que no se deba en nada) pero sí que es en muy pequeña medida a la contención del gasto y por tanto del déficit. ¿Por qué?

Porque la cifra que nos da los datos oficiales como incremento del PIB de todo el año es un 3,5% y el dato que nos dan de incremento de la deuda es un 3,5%. Luego esa pequeñita caída del 99,3% al 99%, ese 0,3% significan unos 3200 millones que sí son originados por un pequeño ajuste.

De ahí que más menos el ajuste en términos reales según esos datos globales sea de 3200 millones y Bruselas diga que falta dinero, que tenemos que ajustar 8000 millones más.

Pero es que hay otro asunto delicado. Normalmente en diciembre el aumento de deuda suele ser mayor del que ha consignado Hacienda. En el pasado mes de diciembre consignó en torno a algo más de 2000 millones de deuda más y lo normal suelen ser 8000 millones. Ya que entre otras cosas fundamentalmente hay pagas extraordinarias, pensiones, funcionarios… no exclusiva, pero sí fundamentalmente. Además se cierran todas las deudas que tiene Hacienda normalmente con los contribuyentes.

Lo que se sospecha es que una vez más Monsieur Montoro nos ha hecho un pequeño ajuste contable: gastos devengados que han sido originados en el mes de diciembre pero que dejará para pagar en torno a enero o febrero del 2016. Con lo cual eso permite decir que la deuda es del 99% del PIB y no del 99,3%

Yo no estaría muy orgulloso si fuese el gobierno de dar estas cifras. No obstante lo peor de todas las cifras globales está en las autonomías: donde realmente nos damos con la realidad de que el gasto está descontrolado. Crece a doble dígito todos los años.

Se oye y se va a oír cada vez más que no es demasiado grave y hay que recordar constantemente dos cosas:

-El servicio de la deuda, es decir, lo que cuesta pagar los intereses por muy bajos que sean (¡ojo que no todo lo que debemos lo debemos al 0%!) es tanto como lo que pagamos por pensiones.

-Están a punto de dar la vuelta los tipos de interés. Puede que en estas fechas no pase nada, pero atentos a la decisión de la FED en julio. Entonces los tipos podrán subir un poco. Eso querrá decir que después de nueve años de caída posiblemente nos estemos aproximando a un periodo de leve subida. Es decir, la tendencia es muy posible que cambie y si la tendencia cambia, la carga cambia. Con retraso, pero cambia. Y el ir con retraso puede hacer que cuando nos explote el asunto, sea aún peor.

En lo que se refiere a las autonomías y aunque esto pertenezca a los politólogos, en la primera lección de los libros de texto de políticas cuando se habla de nacionalismo se dice: el nacionalismo es “State seeker”, o sea buscador de Estado. No hace falta ser nacionalista para ser un gastador, pero si eres nacionalista eres doblemente gastador. En la raíz de todo este asunto está el nacionalismo, es decir, la extensión del papel del Estado.

Como no haya una actitud tremendamente firme del gobierno central con los gastos autonómicos y especialmente el de aquellas autonomías con movimientos nacionalistas detrás, el gasto será monstruoso. Y desgraciadamente todo apunta a que se va a gastar más. No sólo en las autonomías también en el gobierno central. Y no me refiero al gobierno en funciones, sino a lo que pueda venir.

Y un punto que me parece importantísimo: el Estado tiene que reformar toda esa redistribución masiva. Es decir, uno no se puede gastar más de 20.000 millones en sanidad y creciendo. Hay que ponerle coto, no al crecimiento en el gasto porque es una decisión, pero sí a la manera de financiar el gasto. Dicho de otra manera: tiene que haber sistemas de copagos. Cuanto antes lo entendamos mejor.

Que miren a Suecia o a otros sitios donde la gente es progre, redistributiva, solidaria y todo lo demás, pero entienden que un sistema de gasto masivo de esas dimensiones no se puede mantener con los niveles de productividad existentes.

@lodares

Economista

18 marzo, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *