El terrorista Salah Abdeslam, reconocido como el cerebro logístico de los atentados del 13N fue arrestado ayer durante una gran operación policial en el barrio de Molenbeek (Bruselas), según han informado el Gobierno y la Fiscalía belga.

Abdeslam, de 26 años de edad y nacido en Bruselas, fue quien alquiló el Volkswagen Polo empleado por una de las células terroristas que atacaron la sala de conciertos Bataclan, y donde fallecieron 89 personas.

En la operación se han cruzado disparos, e incluso se han oído varias explosiones. Según testigos, la trifulca ha concluido con el arresto de Abdeslam, que también habría resultado herido en una pierda después de atrincherarse para escapar de la policía.

El rastro de Abdeslam apareció esta semana en una vivienda de Forest, otro barrio de Bruselas donde hace pocos días la policía llevo a cabo otra redada, en que otro presunto terrorista fue abatido, y otros dos lograron huir. En los registros posteriores, pudieron hallarse sus huellas dactilares, la pista principal que ha llevado a la detención del terrorista más buscado de Europa.

«Lo tenemos», señalaba en Twitter el secretario belga de Asilo y Migración, Theo Francken, cuando la operación todavía no había terminado, confirmando así la detención de Abdeslam.

Más tarde, el primer ministro belga, Charles Michel, y el presidente de Francia, François Hollande, han confirmado en una rueda de prensa conjunta, la detención, alabado la acción policial y señalado la puesta en marcha de la extradición de Abdesalam.

@melanidelatorre