Madrid, Opinión

Conflicto institucional de poderes

Hasta ahora, cuando se dudaba de la división de poderes en este país aludíamos a la falta de independencia del poder judicial. Esta semana hemos asistido a un nuevo conflicto de poder, de más gravedad en cuanto a que afecta a la esencia de la democracia, la representación de los votantes. El ejecutivo no puede negarse bajo ninguna circunstancia al control del legislativo. Mucho menos si ese ejecutivo está en precario.

Si los españoles han decidido en las urnas que no haya mayorías absolutas, esta decisión se ha de respetar y actuar en consecuencia. Lo que no es de recibo es no llegar a ningún tipo de acuerdo y seguir gobernando en funciones hasta el límite temporal sin dar cuentas de las actividades y decisiones tomadas.

Nos encontramos ante una desobediencia institucional grave, y entre los casos de corrupción que afloran cada día, ha pasado casi desapercibida. La credibilidad del Tribunal Constitucional puede quedar muy mermada si le someten esta cuestión y no toma una decisión firme e inmediata. Se hace por tanto necesaria, desde mi modesta opinión, una rectificación. La política no puede hacerse desde televisiones y tertulias de radio dirigidas. Es en el Congreso, el órgano superior, en el lugar donde todos los españoles estamos representados conforme al voto que cada uno ha emitido.

Estamos asistiendo al primer Gobierno en funciones de nuestra democracia, y para algunos parece como si nada hubiese cambiado. Siguen cobrando igual y con los mismos cargos. No me rendiré, afirma Rajoy, sin tener en cuenta que lleva ya doce años liderando un partido y que nadie es imprescindible. Una cosa es paciencia y otra irresponsabilidad. Y llegará el verano, y pese a que casi con total seguridad tendremos nuevas elecciones, el ejecutivo seguirá en funciones.

Division PodemosMientras, la figura de Pablo Iglesias como líder ha empezado a devaluarse ante un golpe autoritario que nadie se esperaba. Unas nuevas elecciones serían darle el regalo de una nueva oportunidad para recuperarse y afianzar su caudillismo, mientras que si hubiese un poco de responsabilidad, con un gobierno tripartito se le haría mucho daño a Podemos. Puede que algunos de sus diputados estén sobradamente preparados, pero la izquierda siempre se ha caracterizado por no aceptar de buen grado el ordeno y mando, y el Sr Iglesias ha demostrado un talante desconocido y nada asambleario. No admite que nadie le lleve la contraria en su partido.

Si hay algo que reflejan las encuestas de estos días es que al español de a pie cada día le interesa menos la política. Nos están aburriendo. Y como los políticos se dan cuenta de nuestra falta de interés, pasan cosas tan graves como el de un Gobierno que en plena Europa se niega a ser sometido al control de sus actividades.

¿Empieza a fallar la maquinaria democrática del Estado?

@jlmhens

21 marzo, 2016

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