13.062.322 euros. Esta ha sido la cifra encargada de encarcelar a Mario Conde. Su salida de la cárcel en 2014 sigue arrastrando deudas con el Estado de más de 10 millones de euros. Banesto le persigue y parece que su vida se desarrolla de modo cíclico. Lo que hasta ahora se podían considerar sus nuevos «Días de gloría» han cerrado una era para reabrir otra en la familia de los Conde, «Memorias de un preso».

Esta vez el caso Banesto se ha llevado por delante a los hijos del que fuera el hombre de la época. Las condenas en este caso son menores para Mario Conde (hijo) cuya obligación es comparecer en los juzgados semanalmente ya que según el informe «servía a los intereses y beneficios de la organización». A diferencia de su hermana Alejandra Conde que ayer fue arrestada en su domicilio.

El auto confirma que el empresario «seguía realizando maniobras en la actualidad» con transferencias de sociedades de ocho nacionalidades diferentes: Galloix Holding (Suiza), Higher Productions (Reino Unido), Dryset (Reino Unido), Matoral BV (Países Bajos), Beteiligung (Luxemburgo), Mayfield Business (Islas Vírgenes Británicas), Rupani Jelly Fish (Emiratos Árabes), GMM Italia y Matoral BV (Curaçao).

La fiscal ha pedido prisión incondicional tanto para Mario Conde como para su hija Alejandra. El que ya cumplió condena por el saqueo de Banesto, está de nuevo, a las puertas de vivir otra de las etapas más oscuras de su vida.