Desde hace dos años y por motivos familiares, he tenido la suerte de acudir con frecuencia a la Base Naval de Rota, base norteamericana que comparte su uso con España. Recientemente escribí un artículo acerca de la gran diferencia que supuso vivir la celebración de los Reyes Magos en el Buque de Proyección Estratégica “LHD61 Juan Carlos I”, en comparación con el esperpento laicista del Ayuntamiento de Madrid.
Hace dos semanas aproveché para ver en el cine de la Base la película “London has fallen”, y me llevé una grata sorpresa, antes de comenzar los trailers apareció un aviso en la pantalla pidiendo a todo el mundo que se pusiera en pie para escuchar el himno nacional mientras se visualizaba un corto promocional de la Navy. He de reconocer que me emocionó ver a los marines norteamericanos en pie en posición de firmes, mientras pensaba en mi interior que ocurriría en España si un cine hiciera algo similar, o si al igual que ocurren en tantos colegios del mundo, se izara la bandera y se rindieran honores al llegar los niños al colegio. ¡Qué diferencia!
Una de las cuestiones que más sorprende al visitar EE.UU. es su Patriotismo, el respeto que sienten por su bandera, el cariño a su reciente historia y la admiración hacia su ejército, orgullo nacional y valedor de su tradición. La sociedad norteamericana tiene muchos defectos, no trato de realizar ningún juicio sobre la misma, sino de señalar y resaltar una virtud, que por desgracia y fruto de diferentes motivos, echo en falta en mi país, a pesar de contar con una Historia digna de conocer en profundidad.
¡Viva España!
Analista político
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