Madrid, Opinión

¿Qué consecuencias tendrá el 26J?

Como algunos ya dijimos el mismo día de las anteriores elecciones íbamos encaminados a una nueva cita electoral y así ha sido. Cuando se pregunta si se puede ralentizar o torcer más la recuperación en este impasse, Groucho Marx siempre decía aquello de: «¿comparado con qué?» que es lo que los economistas denominamos el coste de oportunidad.

Tanto ahora (que no se ha producido) como el resultado que venga de las nuevas elecciones, puede traernos una situación no deseada o no deseable en la que se pongan todo tipo de trabas y frenos al progreso y al crecimiento. Cuando digo progreso y crecimiento económico no me estoy refiriendo a los que se presentan como dueños del progreso y el cambio, porque eso es el retroceso y el atavismo.

Lo hemos visto en las declaraciones de los líderes sindicales sin ir más lejos: hablan de los poderosos. Los poderosos son ellos. Que yo sepa, yo no me he sentado en ningún sofá con un Presidente del Gobierno para decirle como se deben hacer las cosas. Claro, no me hubieran hecho ni caso, pero yo no estaba allí, estaban ellos. Los que tienen capacidad de influir, de copar, de hacer lobby son ellos. Y lo que quieren obviamente es recuperar parte de ese protagonismo político y económico que han tenido en otro tiempo y que ha disminuido por dos razones: la crisis y porque se lo han buscado ellos a pulso por sus formas de actuar.

A esto que algunos quieren hacer, lo llaman nueva política y es la política de siempre: depende de cómo me venga a mí bien, digo que el cielo está nublado o hace sol. Es como los saraos que montan los Ayuntamientos nuevos y progresistas, lo hacen con el dinero del contribuyente para montar sus chiringuitos. Estos están en lo de siempre. Antes vivían mejor y quieren volver a ello.

Y ojo porque en mayo-junio tienes que poner encima de la mesa el cuadro macroeconómico. No pienso que de muchos problemas ya que seguiremos la directrices de Bruselas que nos ha mojado la oreja. Nos han dicho que de lo que se preveía en aquellos Presupuestos del 2016 miremos lo que hemos cumplido en el 2015. Entonces en 2016 nos han dicho que hay que ajustar tasas de crecimiento, de déficit y de deuda.

Un gobierno en funciones no tiene competencias para elaborar un Presupuesto, la única competencia que tiene es para prorrogarlo. Por tanto se prorrogará pero posiblemente en un marco macroeconómico que sí se tendrá que presentar a Bruselas revisado sobre tasas de crecimiento, de déficit y de deuda.

Y en el primer trimestre han tenido un incremento del gasto no financiero del 3,8%. Ya sé que es el primer trimestre, que faltan otros tres y que al final todo siempre se ajusta, pero ya se ve caída de recaudación de IRPF, de Sociedades… y el gasto sube al 3,8%

Esto de que los otros 2000 millones adicionales que hay que recortar están dados por hecho que van a salir del no gasto que van a hacer, de momento tal y como se va y viniendo elecciones es para temerse lo peor.

@lodares

Economista

30 abril, 2016

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