Barei brilló en Eurovisión representándonos como país. Y pese a eso, me di cuenta de lo que muchos me habían dicho en las últimas semanas al escucharme haberla estado apoyando incondicionalmente en los medios de comunicación en torno a lo que verdaderamente es Eurovisión: un cutre ancestro político. No es nada más. De lo contrario, no se comprende cómo estando la tercera en las casas de apuestas más importantes que, por cierto, se juegan dantescas cantidades de dinero en función de un criterio musical, haya quedado en el puesto número 22.
Barei estuvo radiante y tremendamente natural. La voz, las coristas, la iluminación… Todo impecable. Y no se esperaba menos. Desde que fue consciente de que nos representaría en el Festival de Estocolmo no ha parado de viajar y de dar conciertos por toda Europa para dar a conocer el tema que cantaría representando a España. La reacción de los países que visitó fue realmente inesperada y tremendamente sorprendente. Medio continente acabó tarareando el estribillo del tema que se convertiría en viral -entre otras cosas- por el curioso y llamativo baile de pies que lo acompaña.
Pese a esto, hay que tener que soportar los comentarios de algunos españoles muy listos, todo hay que decirlo, que justifican -¡cómo no!- que el fracaso de la actuación se debe a que el tema no iba en español, y que, por lo tanto, el pésimo resultado se debe a la no identificación de Barei con España. ¿Pero qué me está usted contando? Estamos hablando de una canción producida, grabada, compuesta e interpretada por españoles. Y porque la letra sea en inglés, al parecer ya no nos representa. ¡Viva la coherencia!
Say Yay fue el único tema acompañado por vítores, gritos y aplausos en cada vez que había un silencio. La reacción de los periodistas que se encontraban en la sala de prensa al escucharla, fue sorprendente. Todos se pusieron en pie y comenzaron a dar plamas apoyando la que era una de las actuaciones más esperadas de toda la noche. Con ningún otro tema había ocurrido.
Se trata de la quinta canción más escuchada en Spotify por encima de todas las que anoche se interpretaron, muy por delante de Ucrania, la vencedora. Y a pesar de ello, queda la número 22. ¿De qué critero musical se atreven a alardear? Yo, si fuera RTVE me replantearía seriamente el seguir participando en este fesival del amiguismo, en esta reunión de caciques, en este vergonzoso espectáculo de la ignorancia.
Barei, los luchadores como tú, nunca pierden. Say Yay ahora y siempre.
Deja un comentario