LifeStyle, Madrid

¿Influye en el buen humor la llegada del buen tiempo?

No es ningún tópico: el sol es vida, energía y a nivel cerebral, felicidad. Las radiaciones ultravioleta disminuyen e inhiben la melatonina. El sol es el despertador estimulando la serotonina, y por tanto rebajando la patología ansiosa depresiva.

Mente y cuerpo están ligados en perfecta sincronía o diacronía. La sincronía dibuja la salud total. La salud es el bienestar completo en tres vertientes: físico, psíquico y social; y no sólo ausencia de enfermedad según la definición de la OMS. La psique es responsable de enfermedades o somatizaciones a sabiendas de que el cerebro es el ordenador que lo rige todo, y hay que sustituir esquemas y programas mentales nocivos y caducos por otros renovados y sanos.

Y el clima es una inyección estimulante de lo nuevo, lo vital, y del brazo la emoción, lo pasional, la sensación desconocida y gratificante. El ámbito social, sí, es de enorme trascendencia porque los elementos familia, amigos y trabajo pueden ser redes de apoyo auténtico o ejercer un efecto destructivo y desequilibrante.

El ritmo sociedad actual es vertiginoso ubicando la felicidad en el consumismo, en el status, como en una especie de espejo del ego. Esto deriva en insatisfacción y depresión. La felicidad no está en lo externo, se mira desde dentro, en los ojos de quien te quiere de verdad y es ese rayo de luz y sol en tu vida transmisor del mismo calor que el clima, el que vale la pena recibir.

La influencia climática se pone de manifiesto porque la melatonina se rebaja y se eleva la serotonina. La primera es la desencadenante del sueño y la apatía, muy ligada a la depresión. La segunda, antidepresión y ganas de saborear sorbo a sorbo cada instante. Lo natural, lo espontáneo, la chispa crean un nuevo espacio de bienestar.

La relación clima-comportamiento está fuera de toda duda aún teniendo en cuenta las personalidades e individualidades. Los tejidos se hinchan con la humedad y las lluvias y nieblas causan cefaleas. Hay que enamorarse y reenamorarse, hay que inventar y reinventar la vida y con tres comodines indispensables como son el sol, la luz y el aire libre, ese aire que respiramos y que vivifica el cuerpo y el alma, un todo artífice de bienestar y plenitud.

17 mayo, 2016

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