¿Existe relación entre el desarrollo de la violencia en jóvenes y el creciente mercado de los videojuegos violentos?

Muchos padres están preocupados en conocer la respuesta a esta pregunta, puesto que gran parte de los jóvenes y adolescentes disfrutan con este tipo de ocio.

En primer lugar, hay que indicar que nunca se pueden reducir comportamientos humanos a un único factor. Actualmente, gracias los avances en neurociencia y en el conocimiento de las contribuciones genéticas, podemos descifrar algunas de estas incógnitas implicadas en la conducta agresiva y antisocial, reproduciendo un complejo mapa genético que incluye genes específicos implicados en la regulación de la agresión y la violencia.

Y aunque hay opiniones divididas en cuanto a los videojuegos, el estudio más significativo, es el del investigador y psicólogo clínico Christopher J. Ferguson, de la universidad de Stetson, Florida, concluye en el siguiente hallazgo “el consumo de violencia en los medios de comunicación (películas y videojuegos) no es un factor determinante en los índices de violencia de la sociedad”. Estos datos no son baladíes, son el resultado de quince años analizando la tendencia en el mundo del cine y de los videojuegos con una muestra y tiempo lo suficientemente extensos, como para tener en cuenta las conclusiones encontradas. En este tipo de entretenimiento, a menos que exista alguna anormalidad o patología, las personas (aunque sean jóvenes) distinguen claramente entre realidad y ficción. Además, todos los contenidos están catalogados por edades aconsejadas, por lo que éste, es el primer distintivo a tener en cuenta.

Finalmente, podemos concluir que los comportamientos agresivos continuados y reiterativos estarían determinados en su mayor parte por factores genéticos. En cuanto a los ambientales los más relevantes, en los menores, se centran en el hogar, apego con los progenitores y los círculos más cercanos, que funcionarían como aprendizaje vicario. En cuanto al entretenimiento es importante potenciar las actividades deportivas y en familia, pero dejar también espacio para los gustos propios de cada uno, la clave está en la moderación, no en la prohibición.

@BeatrizA2santos