Actualidad, Madrid

Recta final para una campaña que puede desembocar en el sorpasso

En los ambientes del día a día se respira un contexto preelectoral propio de estas fechas, aunque, quizás, sea un poco más tenue que en otras ocasiones. Por poner dos ejemplos recientes, en las elecciones locales y autonómicas de 2015 y en las generales de hace apenas seis meses se apreciaba mayor empaque en todos los ámbitos.

Puede que sea por el hastío que la mayoría de encuestas reflejan por parte de los ciudadanos hacia volver a las urnas meno de medio año después. Puede ser porque las formaciones ‘han hecho caso’ al Rey, que en la última ronda de contactos les pidió campañas austeras y que no cansaran a los españoles.

Sin embargo, esa aparente relajación ni mucho menos se da en los cuarteles generales de los cuatro principales partidos que aspiran a ocupar La Moncloa.

Por ir uno a uno, hasta la fecha ninguna encuesta ha barajado la opción de que el Partido Popular vuelva a ganar. De hecho, la inmensa mayoría de ellas apuntan hacia una subida de los de Mariano Rajoy, incluso tras la formalización de Unidos Podemos.

Este extremo se nota en la calle Génova, pero el comité de campaña encabezado por Jorge Moragas no quiere distracciones ni excesos de confianza y sus esfuerzos se centran en alcanzar y superar la barrera psicológica del 30% de los votos y rondar los 130 escaños. Si se consigue, Rajoy tendrá una posición más fuerte de cara a liderar un gobierno que tras el 20D.

Por otra parte, otra de las grandes incógnitas es saber quién va a ser segunda fuerza. Desde la creación de Unidos Podemos, la demoscopia en general subraya el famoso sorpasso de los de Pablo Iglesias a un Pedro Sánchez que quedaría en una posición crítica tanto internamente como para liderar las negociaciones gubernamentales.

El cuarto en discordia es Ciudadanos. Antes de los comicios del 20D las encuestas le daban casi veinte escaños más de los obtenidos (40) y de cara al 26J no parece que los de Albert Rivera vayan a mejorar en demasía la cuarentena. De hecho, el pacto con Sánchez, lejos de auparle en intención de voto, ha provocado un estancamiento cuando no una bajada.

Con todo ello, las maquinarias electorales de los partidos están ya puestas a punto porque las caravanas van a hacer miles de kilómetros en dos semanas y, todo apunta ello, el 26 de junio, tienen esta vez sí el final del camino hacia el Palacio de La Moncloa.

6 junio, 2016

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