Madrid, Opinión

Los inmaculados, podemitas y feminazis

En los últimos días en España, estamos viendo una vez más la doble vara de medir que existe en nuestra sociedad. Podemos y sus líderes, día a día, nos sorprenden con un escándalo nuevo. Por un lado, los mensajes machistas y casi constituyentes de delito de Pablo Iglesias, no son condenados por las defensoras de las mujeres en este país; ese colectivo feminista que sólo defiende el “heteropatriarcado”. Es decir, salvaguardan la dignidad de las mujeres que ellas estiman oportuno, y no de todas las mujeres que son o se sienten maltratadas. Convierten la politización algo tan delicado como las agresiones sexistas en un arte bastante abyecto.

Por otro lado, tenemos a los que denomino: “los inmaculados”. Los inmaculados son todos esos miembros de PODEMOS que eran la perfección hecha persona y que eran un ejemplo para cualquier ciudadano; no eran hijos de una tarjeta black, no han cobrado becas por enchufe, nunca han sido comunistas, jamás han cobrado dinero de otros países, jamás se han financiado con el dinero de un país bolivariano y nunca jamás han pagado en negro, ni si quiera a una asistenta en casa.

Clama al cielo que aún haya iluminados que, tras toda esta avalancha de informaciones, a estas alturas sigan teniendo como respuesta “en el PP también son unos corruptos y han robado dinero, etc.” Los problemas del PP se están solventando y juzgando; la corrupción, si de verdad se quiere acabar con ella, no se ataja de un día para otro, sino que se la combate mediante los juzgados, los sumarios de instrucción y las condenas. Lo que recrimino, es que esta “buena gente”, que venía a la política reivindicando ser los limpios, los claros, los pulcros, transparentes y ejemplares, y que por esos mismos motivos debían tomar las riendas del país, estemos descubriendo que en realidad se trata de un equipo formado por profesionales del fraude al estado, el ocultismo bancario y de financiación irregular, aprovechados de las tarjetasblack de papá, becados ilícitamente, etc. Lo más grave, es que esto está siendo consentido por un partido supuestamente constitucionalista, de cuyo nombre no quiero acordarme, con puño y una rosa en el logo.

Y así continuamos, sin política, sin poder garantizar unos presupuestos, una seguridad para los pensionistas, una seguridad para los dependientes, por el bloqueo de unos egoístas con delirios de grandeza y “los inmaculados”, estos que venían a arreglarlo todo y que, salvo entorpecer, no están haciendo nada.

3 agosto, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *