Casi de forma simultánea, Rita Maestre y Manuela Carmena dejaban una nueva evidencia de las diferencias de criterio existentes en el seno del Gobierno local.
Mientras que la portavoz municipal evitó condenar el escrache con el argumento de que lo acontecido en la Autónoma escapa de sus competencias, la alcaldesa, presente ayer en el mismo foro donde fue expulsado Felipe González, tildó de «terrible» el tipo de recibimiento dado por los radicales.
Denunció, además, que los manifestantes fueran tapados con capuchas o caretas, «porque se cierran a cualquier tipo de empatía, a poderles mirar a los ojos y hablar, a ese elemento de comunicación, que es extraordinaria».
En esta ocasión, el coloquio se desarrolló sin protestas ni críticas, y con la participación de los jóvenes asistentes, que formularon varias preguntas a la alcaldesa.
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