«Yo solo tenía la intención de conocer a Cosmen para invitarle a las conferencias que habitualmente organizaba, jamás le exigí la entrega de ninguna cantidad de dinero ni alguna contraprestación para liberalizar el mercado ferroviario español», señaló el concursante de ‘GHV’. Una exposición de los hechos poco creíble para el juez, que le llama la atención insistentemente, ya que para una simple visita sin ánimo de lucro se utilizaron cuatro vehículos de alta gama, cuatro escoltas -dos de ellos eran policías municipales- y se gastaron 7.000 euros, algo insólito, por lo que el juez le recordó que «es tan importante lo que se contesta como lo que no se contesta».

El juez presionó al joven ante un gesto que no dudó en reprocharle. «Mire, esto… No haga ningún gesto. Hágame caso, ningún gesto». Fue entonces cuando Fran agachó la cabeza durante los siguientes cinco minutos y no paro de rascarse y hacer movimientos bruscos desde la silla.

Francisco Nicolás también insistió que los documentos que llevó a Ribadeo -que llevaban el sello de la Casa Real- jamás los utilizó, y se defendió alegando que el dinero que ingresó días atrás del viaje en su cuenta bancaria pertenecían a su «abuela». Se trata de la última oportunidad del «Pequeño Nicolás» de contar toda la verdad antes de que el juez cierre el caso y dicte sentencia por el total de cinco delitos que se le imputan, hechos que la acusación califica de «una gran puesta en escena y falsedad para intentar estafar al empresario».

Tras ser repescado en la casa de ‘Gran Hermano VIP’, Francisco Nicolás se convirtió en el primer concursante del reality show que tuvo que abandonar momentáneamente la casa de Guadalix para ir directo a los juzgados.

Pocas horas después de llegar a la casa, el 26 de marzo, se montó en un coche -esta vez no se trataba de ningún vehículo oficial del Ayuntamiento como estaba acostumbrado- para ir al Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid. Horas después regresó a la casa para continuar en el concurso.

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