España invertebrada de Ortega; España, enigma histórico (Sánchez Albornoz), España como problema (Laín Entralgo), inteligible (Julián Marías), «fuerza extraña, viva, enmarañada, esta entraña a gritos que llamamos España» (Gabriel Celaya), laberinto español (Gerald Brenan)… Vale. Llevamos siglos dándole vueltas al ser de España y Costa no debió de cerrar bien el sepulcro del Cid porque el asunto colea; sobre todo ahora que algunos españoles quieren dejarnos a los demás «lo que queda de España» (Jiménez Losantos).
Y como el asunto colea, y la preocupación por España atraviesa su vida y su obra, Sánchez Dragó (España mágica) monta en torno a la idea, el ser, el problema, el misterio, la cosa, de España uno (el XIV ya) de sus Encuentros Eleusinos, reunión, ágape, tertulia, jornadas que se acogen al nombre del santuario griego de la Antigüedad. La cita: del 22 al 24 de abril. El lugar: El Escorial, que también tiene lo suyo como emblema patrio y potencial simbólico. Los ponentes: junto a los citados Dragó, padre de la criatura, y Jiménez Losantos, Antonio Garrigues Walker, Manuel Pimentel, Fernando Rodríguez Lafuente, Anna Grau, José Javier Esparza y Jorge Verstrynge.
La actualidad avala de sobra la pertinencia del tema elegido, pero Dragó, escéptico sobre la actualidad, ese espejismo, quiere remitirse, y asegura que así lo hará en su intervención, a la historia y la intrahistoria, al fondo, a la entraña. Y echa mano de los misterios del santuario de Eleusis, donde había dos niveles: los misterios menores, cuyos ritos se celebraban fuera de la cueva, y los mayores, en el interior de la cueva, sólo para iniciados y seguramente también aguerridos, por el trance que pasaban dentro, aunque de esto casi nada se sabe, ya que ninguno de los que hacían el viaje iniciático contó nunca nada.
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