Actualidad, Madrid

El «bullying», la nueva lacra de esta sociedad, se lleva a otro niño

«Papá, mamá… espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir». De esta manera, Diego, de 11 años, terminaba la nota en la que se despedía de su familia antes de fallecer tras precipitarse voluntariamente por la ventana del quinto piso en el que vivía en el municipio madrileño de Leganés.

«Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas (…). Mamá, tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios (…). Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá (…). Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí…»

Pese a la carta de Diego -en la que se despide dulcemente de cada uno de los miembros de su familia- y a las denuncias efectuadas por otros niños de su centro escolar, donde otra niña trató de quitarse la vida en 2010, la Policía descartó el acoso como móvil del suicidio del pequeño.

Los padres de Diego insisten en que se llegue hasta el final del tema. Según se ha conocido en una entrevista que los mismo han concedido al diario El Mundo, “en ese colegio están pasando cosas raras y, al menos, hay que investigarlo”, dice Manuel, el padre del pequeño.

Desde el colegio aún no se han querido pronunciar y han remitido al diario a la Consejería de Educación, quién llevó a cabo una investigación cuyo resultado vino a decir que no existía tal caso de acoso.

@entrammbasaguas

21 enero, 2016

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