Atención, levante el pie del acelerador si no quiere recibir en su domicilio la temida foto que le convierte, «ipso facto», en miembro del club de contribuyentes que permiten que el Ayuntamiento de Madrid ingrese una media de 5.115 euros cada hora mediante las sanciones que impone con los radares de tráfico de la capital. A lo largo de 2015, los cinemómetros que controla la Policía Municipal formularon 372.535 denuncias por sobrepasar los límites de velocidad máxima permitidos en las calles de Madrid. En total, los radares de la ciudad impusieron sanciones por 44.812.500 euros.

El que más trabajo tiene es el «multómetro» situado en el kilómetro 4,150 de la M-30 en sentido entrada a Madrid, en el túnel de la Avenida de Portugal. Con un límite máximo permitido de 70 kilómetros por hora, formuló el año pasado 59.127 multas (el 15,8% del total) y recaudó 6.148.400 euros para las arcas del Ayuntamiento que dirige Manuela Carmena.

Es precisamente este límite, el de 70 de velocidad máxima, en el que caen más conductores madrileños, según la denuncia de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En concreto, esta velocidad máxima –precisamente la misma que está en vigor en los túneles de la M-30– es la que acapara el 56,2% de los casos con denuncia.

De hecho, nueve de los diez radares del «top 10» de la AEA sobre los cinemómetros que más multas imponen están en el citado anillo de circunvalación, cinco de ellos están en el interior de los túneles. A excepción del segundo puesto, que lo ocupa el radar del kilómetro 4 de la A-5 en Batán –y que registra el 13,2% del total de multas–, todos los radares que más sancionan están en la M-30, una «máquina de multar», según Mario Arnaldo, presidente de la AEA, ya que registró el 68,3% de las sanciones que recibieron los conductores que circularon en Madrid el año pasado.

@entrammbasaguas