El nuevo estadio Santiago Bernabéu ha dejado de ser un proyecto en punto muerto. El Ayuntamiento de la capital y el Real Madrid han presentado esta mañana el acuerdo que corrige las reticencias de la Justicia y establece las pautas generales del coliseo blanco del futuro. Aunque no hay una fecha prevista de inicio, se espera que arranque el próximo año, sin aumentar la edificabilidad y con un coste de 400 millones de euros. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha comparecido junto al presidente de la entidad, Florentino Pérez, y el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Las dos partes han destacado su «satisfacción» por desbloquear un proyecto «muy importante» para la ciudad.
La obra desarrollará durante tres años y será financiada en buena parte el patrocinador de la entidad, IPIC, propietaria de CEPSA empresas. Aunque aún no está confirmado, cabe la posibilidad de que el estadio añada un apellido a su nomenclatura, de modo que podría llamarse Santiago Bernabéu Cepsa o con una estructura similar. Otra de las hipótesis que está en el aire, según ha avanzado Pérez, es que se abra un hotel y una galería comercial en el interior. «Nada dice que no pueda haber un hotel o un centro comercial», ha señalado el dirigente madridista. No obstante, en este proyecto no se ha incluido.
Preguntado por esta hipótesis, y sin profundizar ni concretar si ha planeado ambas acometidas en el interior, el dirigente madridista ha remitido al acuerdo con el Ayuntamiento y ha reiterado que «la única pega» del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que paralizó el proyecto anterior, era aumentar la edificabilidad.
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